Algunos nacen para ser aplaudidos en un escenario y otros, para aplaudir sentados y frustrados en una silla de ruedas acompañados por una copa de vino y un cigarrillo. Nacen para mirar excitados un espectáculo lleno de danza, color y penas del recuerdo del pasado. Penas que son maquilladas con color coral y por eso reflejan felicidad.
Algunos nacen para ser aplaudidos y otros, para aplaudir. Algunos nacen para matar y otros, para pensar. Algunos nacen para vivir y otros, nacimos para soñar.
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