El carro arrancó y de ti me alejó. Me alejó una, dos, tres y cien veces más. Yo te espero y te esperaré, siempre con el mismo vestido y sentada en el mismo sillón. Te veré llegar y te prepararé limonada, compraré tu diario y conversaremos hasta las 3 de mañana.
Mañana te irás, pero te volveré a esperar. Te esperé ayer, te espero ahora y te esperaré mañana, pero sé que tú siempre volverás porque así me lo prometiste y porque así será.