sábado, 29 de enero de 2011

Dos extraños

No me arrepiento de haber crecido a su lado, ya que, él es genial, pero sí me arrepiento de no habernos regalado algunos minutos de nuestras vidas. Me gustaría poder llorarte, pero no tengo recuerdos dulces que me ayuden a entristecerme.

No recuerdo a que hueles (él huele a chocolate), no sé si te gusta tomar loche, no sé cuantas cucharadas de azúcar le echas al café o si te gusta el café. No sé nada de ti. No recuerdo si alguna vez te hice reír o si alguna vez me viste llorar. No estuviste cuando cumplí mi primer año de vida ni cuando cumplí quince y yo no estuve cuando te internaron dos meses… ni una sola visita ¿Eso es normal?

Me gustaría retener en mi mente tu tierna mirada, pero ni siquiera sé si es tierna, dura o triste (él tiene la mirada dulce e inocente). No recuerdo haberme tomado la molestia de verte a los ojos porque las pocas veces que nos vimos solo nos saludábamos y bajábamos las miradas, de ese modo nos librábamos de iniciar alguna conversación. No entiendo por qué hacíamos eso.

No sé si me quieres o si solo me tratabas bien porque soy la hija de tu hijo. No sé si algún día te dieron ganas de verme o si pensabas en mi cuando jugabas con tus otros nietos. No sé si mientras estas postrado en esa cama esperas una visita mía. La verdad es que no quiero ir, ya estuve una vez en ese hospital y no quiero volver a recordar los momentos que viví en ese lugar.

Si pudiera volver el tiempo atrás creo que no cambiaría el hecho de haber escogido vivir con
él. A él lo quiero demasiado y él solo me tiene a mí.

Tú tienes varios nietos y tal vez no nos hubiéramos llevado bien. Por lo que me cuenta mi papá tú y yo no nos parecemos en nada. Tú tocas la guitarra y yo no, tú montas caballo y yo no, tú adoras comer chancho y yo lo detesto, tú gustas de las tardes de sol y yo las odio. Yo siempre quiero estar sola y tú siempre quieres estar rodeado de gente (en especial de niños), yo prefiero el invierno y tú prefieres verano, yo amo dibujar y tú piensas que eso es una pérdida de tiempo.

Me duele ver a mi papá triste, ya que, él te ama como no tienes idea, pero yo no sé qué decirle. Él, mi otro abuelito, me dijo que sí yo hubiera escogido vivir contigo tal vez ahora estaría afectada por tú estado de salud… quizás me sentiría angustiada, entristecida, desolada… Me jode no sentirme así.

¿Qué siento por ti? No lo sé, pero por ahora no soy feliz.

sábado, 8 de enero de 2011

Lo sé


Esta escrito en tus ojos y no hace falta que me mientas.

Eres mi compañero favorito en mis travesuras y en mis sueños. Ahora sólo toma mi mano y caminemos juntos. No me dejes sola, no quiero seguir sin ti.

¿Aún me amas?

Tú dices que sí, pero no me arriesgaré a que lo lastimes con tus dudas.

No te obligaré a que te quedes. No te obligaré a que finjas una sonrisa cada mañana ni a que soportes mis cambios de ánimo. No te obligaré a que me compres un helado a las dos de madrugada para que luego me veas vomitándolo. No te obligaré a que decidas conmigo cual será su nombre ni a que me ayudes a decorar su cuarto.

No te obligaré a que lo ames… eso pasará sin que te des cuenta.

Lo sé.